El suceso acontecido bien podría formar parte de la trama de una película; de un ‘wéstern’ bien ambientado con un protagonista que viaja junto al más valioso y preciado botín en un convoy de la época, pero lo cierto es que en este caso la realidad podría llegar a superar a la ficción. Ni sucedió en el Lejano Oeste ni entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Al contrario, tuvo lugar en un ferrocarril a su paso por la ciudad suiza de San Galo, exactamente en octubre del año pasado.
Fue entonces cuando alguien, cuya identidad se desconoce, se dejó en un tren una cantidad de lingotes de oro equivalentes a 190.000 dólares, es decir, aproximadamente 168.700 euros, nada más y nada menos.
Perplejos ante semejante olvido y sin respuestas al respecto del origen de tan cuantioso y suculento botín, las autoridades comenzaron entonces una investigación alrededor de este ‘tren del dinero’ que, de pronto, había pasado a estar envuelto en un irremediable y resplandeciente halo de misterio. ¿De dónde procedían los lingotes? ¿A quién pertenecía el botín? ¿Cómo se le pudo olvidar? ¿No fue un olvido y lo dejó ahí a propósito? Las preguntas que se han debido formular durante todo este tiempo las autoridades han de ser variadas.
Lo que se sabe es que los lingotes fueron encontrados allí, en el tren en San Galo en el momento en que los pasajeros habían dejado ya el convoy abandonando la estación, tal como informa el medio el medio local Luzerner Zeitung. Sin embargo, no hay más pistas. La Policía de Lucerna, después de todos estos meses, permanece sin respuestas ante el misterio y por eso ha decidido solicitar ahora la colaboración ciudadana.
Concretamente, una vez hecho el anuncio por parte de las autoridades, el propietario tiene cinco años para presentarse y reclamar, previa justificación, tan valiosa carga.