Portugal multará por arrojar colillas de tabaco al suelo

  • Las sanciones oscilarán entre los 25 y los 250 euros

  • Las empresas productoras deberán pagar un impuesto en concepto de ecotasa

La colilla de un cigarrillo termina normalmente en el suelo de las ciudades. Un pequeño residuo que parece inofensivo pero que no lo es puesto que contiene partículas tóxicas que contaminan los ríos y el mar. Por ello, el Parlamento de Portugal multará a las personas que tiren las colillas al suelo con multas que oscilan entre los 25 y los 250 euros.

Esta nueva ley también prevé multas para las empresas que estén obligadas a colocar ceniceros en la calle y sus instalaciones y no lo hagan. Dichas sanciones oscilarán entre los 250 y los 1.500 euros.

Oficinas, zonas de embarque, empresas de hostelería y restauración e incluso las propias universidades tendrán la obligación de colocar ceniceros en el exterior para que las colillas no acaben sobre el asfalto. Según el diputado de PAN André Silva, en el país luso se arrojan 7.000 colillas cada minuto.

La normativa entrará en vigor al día siguiente de ser promulgada por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, por lo que se prevé que esté vigente este mes de agosto. Pese a ello, está prevista una moratoria de un año para concienciar e informar tanto a los fumadores como a las empresas.

La nueva ley también contempla el pago de una ecotasa a las empresas que producen el tabaco por su parte de responsabilidad a la hora de fabricar las contaminantes colillas. La cuantía del impuesto aún no ha sido revelada.