Italia y Malta le han cerrado sus puertas a cal y canto, así que al barco español solo le queda una esperanza: que Barcelona o algún otro puerto de la península permita el desembarco de los 59 migrantes rescatados frente a las costas de Libia. Y han iniciado conversaciones con el Ministerio de Fomento, de quien depende Salvamento Marítimo, y esperan la respuesta. El rescate se ha producido a primera hora de la mañana de este sábado. Testigo del salvamento, entre otras personas, la periodista de diario.es, Gabriela Sánchez.