Investigadores de la Universidad de Texas en Galveston han encontrado la explicación a por qué sentimos ganas de ir al servicio después de ingerir una taza de café. ¿El motivo? Resulta que los músculos de los intestinos delgado y grueso se contraen más fácilmente después de beber esta popular bebida, tal y como informa el portal web Yahoo! Noticias.
Para dar con esta conclusión, los científicos administraron pequeñas cantidades de esta bebida a ratones durante de días. Posteriormente, observaron el tacto digestivo de los animales gracias a un examen físico y una sonda, e hicieron especial hincapié en los músculos que entran en funcionamiento durante la comida.
Descubrieron que los intestinos se contraen mejor y con mayor rapidez después de tomar café. Algo que conviene señalar es que los investigadores probaron con café descafeinado y el resultado fue el mismo, lo que significa que la cafeína no es la causante.