Recibe una tremenda paliza al intentar auxiliar a una mujer maltratada

Todo ocurrió cuando vio a Raquel, la mujer agredida, a las puertas de la discoteca de Valdemorillo "muy nerviosa" mientras era increpada por una mujer pelirroja y recibía llamadas amenazadoras al móvil. Entonces decidió llevar a su vecina a su casa y lo hizo en coche, por seguridad, a pesar de los 500 metros de distancia.

"Desde que nos metimos en el coche hasta su casa, conté tres llamadas y escuché que la estaban llamando gorda, guarra y un montón de cosas hasta el punto que cogí el teléfono y dije que la dejará en paz de una vez", ha afirmado José María.

Al llegar a casa, Raquel no había terminado de salir del coche cunado alguien la sacó en volandas del coche. En ese momento, José María pensó que les estaban robando y al bajarse vio a la mujer con la que su vecina había discutido en la puerta del local y a un hombre. Tiraron a Raquel al suelo y su móvil contra la pared, comenta.

Mientras la mujer pegaba a Raquel,él "empezó a pegarme a mi". La paliza fue brutal y no paró hasta que "me dio por muerto", comenta José María, que se partió un brazo, se fastidió la rodilla, el pié y terminó sangrando y con los ojos morados.

Como pudo se arrastró hacia Raquel porque la pareja seguía pegándole a ella. "Pensé que la iban a matar", asegura. "Él llegó a decir serás mía o no serás de nadie". Finalmente llegó al policía.

Este héroe conoce a Raquel y a su ex marido porque son vecinos de Valdemorillo, pero asegura que nunca había visto a la otra mujer, compañera de trabajo del agresor.

Ahora, la justicia debe resolver una serie de denuncias cruzadas entre agresores y agredidos. EBP