El reto más escatológico: las piscinas se llenan de heces

  • El desafío consiste en verter excrementos en las piscinas municipales, por el que algunas instalaciones han tenido que "cerrar"

  • La peligrosidad radica en las bacterias contenidas en las heces, y que pueden ser traspasadas a otros bañistas

  • El Ayuntamiento valenciano de Tavernes Blanques ha indicado una serie de medidas preventivas para "erradicar" esta práctica

Cuidado si van a sumergirse en una piscina de la Comunidad Valenciana, ya que el nuevo reto viral "espanta" a más de un bañista. Un desafío más entre los usuarios que consiste en defecar en aguas municipales como, por ejemplo las piscinas de Catarroja, Massanasso, o Tavernes, por el que ya se han visto obligados a cerrar más de una instalación.

Al margen de la falta de higiene, la peligrosidad de la práctica radica en las bacterias que pueden contener las heces que son arrojadas en la misma piscina o bien "transportadas en un táper para depositarlas en el agua", tal y como publica 'El Periódico Mediterráneo'.

Piscinas que han tenido que cerrar sus instalaciones

Ese es el motivo que ha originado la clausura de muchas ellas, mientras los operarios desinfectan el área. En concreto, los responsables de Segóbriga Park, que ha tenido que clausurar la piscina por presencia de "cacas flotantes", se encuentran sorprendidos ante tal hecho ya que "nunca había pasado nada similar" en 19 años.

Un coste extra innecesario que propinan jóvenes de entre unos 12 y 16 años, y que provoca que las empresas tengan que invertir dinero en un proceso de limpieza con fuertes químicos desinfectantes.

A raíz de los hechos, diversas administraciones como el Ayuntamiento de Tavernes Blanques en Valencia han comunicado las medidas preventivas que tomarán a partir de ahora con este tipo de "actos vandálicos" entre las que figuran la revisión de objetos personales, la muestra del Documento Nacional de Identidad para acceder, y se plantean otras futuras como la implantación de un sistema de detección instantánea de excrementos (tanto de defecaciones como de orina) en el agua. Esto último será comunicado previamente en el caso de que entre en vigor, todo con objeto de reducir esta práctica.