Richard Branson, de magnate a azafata
El magnate británico fundador de la compañía ‘Virgin’ apostó en el 2010 con su amigo Tony Fernandes sobre qué equipo obtendría la posición más alta en el campeonato de Fórmula 1, si Virgin Racing o Lotus Racing.
Finalmente, Virgin Racing quedó por debajo en la clasficación y el multimillonario se vio obligado a cumplir su promesa: disfrazarse de azafata. Y fiel a su palabra, se depiló las piernas, se pintó los labios y se metió en una ceñida falda roja.
Admitida la derrota, este domingo Branson tuvo también que actuar como una verdadera auxiliar de vuelo y atender a Fernandes durante uno de los vuelos entre Perth y Kuala Lumpur, un vuelo caritativo de ‘AirAsia’ cuyas ganacias serán destinadas al fondo de niños ‘Starlight’.
El portal RT Actualidad recoge que, tras seis horas de vuelo, Fernandes declaró entre risas que el renombrado magnate ya habría sido despedida de trabajar realmente como azafata, trabajo en el que ha resultado ser una “basura”.