El Hospital madrileño del Niño Jesús está embarcado en un ambicioso proyecto: una "sala multisensorial" que ayudará a pequeños con problemas cognitivos o autismo, entre otras muchas patologías a las que esas técnicas aportan claros beneficios. Una unidad que no existe en la Sanidad Pública y que unos padres se han empeñado en convertir en realidad.
Lara tiene problemas para interactuar, para comunicarse, para recibir estímulos en su día a día. La epilepsia la metió en un burbuja cuando tenía dos años.
Pero el mundo de Lara cambia cuando está ahí dentro. Es una sala multisensorial, luces, sonidos, estímulos y reacciones que fuera no tiene, haciendo que sus padres se emocionen al verla responder a algunos de estos elementos, llegando incluso a emitir sonidos a pesar de perder la capacidad del habla hace tiempo.
Es una una sala que ayuda y mucho a niños con autismo, enfermedades mentales o neurológicas. Niños que en otro entorno no pueden interactuar adecuadamente, en esta sala consiguen hacerlo.
Una herramienta muy útil con el mismo problema de siempre: el económico.
Para solucionarlo llegan los Guerreros púrpura. Un grupo de padres y madres de niños enfermos con un fin: Conseguir la primera sala multisensorial en un Hospital público, en el Niño Jesús de Madrid.
Una puerta que se abre a sus sentidos, muy necesaria para su terapia.