Un salto para la historia

Enfundado en su mono verde, Luke Aikins pretende hacer historia con un salto de vértigo. Desde más de 7.600 metros de altura, este estadounidense de 42 años se lanza al vacío sin paracaídas. Sobre el desierto de California inicia una caída libre a una velocidad 193 kilómetros por hora. Son más dos minutos, interminables para su familia, que lo espera sobrecogida en tierra. Los dos paracaidistas que lo asisten se separan del saltador en los últimos 1000 metros, cuando llega el momento más peligrosos. Luke espera al último segundo para colocarse en posición de caída. El deportista extremo ha aterrizado casi en el borde de esta gigantes red de 30 por 30 metros. Suficiente para batir un récord y poder recibir el abrazo de los suyos. “Aún estoy levitando”, dice Luke, que aún no se cree lo que acaba de lograr. Es el primer hombre en la historia que ha saltado sin paracaídas e, ileso, vive para contarlo.