La Policía Nacional está investigando en Palencia la muerte de un bebé. Su madre confesó haberlo tirado a un vertedero porque según ella había nacido muerto después de practicarse un aborto. Ahora, la Policía Nacional ha suspendido la búsqueda de los restos del bebé en el vertedero de Palencia.
Ya que la aparición del cuerpo no modifica la situación procesal de la madre. Según ha comunicado la subdelegación del Gobierno el Juzgado considera que tras la aportación de los informes de los servicios médicos y de las Brigadas de Policía Judicial y Policía Científica, que concuerdan con los emitidos por el Instituto de Medicina Legal de Palencia, se "han acreditado los elementos necesarios para la persecución del delito".
Por este motivo han determinado que la búsqueda no continuará ya que los restos humanos del bebé no modificarían la situación procesal de la imputada.
Los hechos comenzaron cuando el pasado sábado se recibió en el Centro de Mando Comunicación y Control de la Comisaría Provincial una llamada del Juzgado de Guardia en la que se manifestaba que habían recibido un comunicado del Hospital Río Carrión de que estaba siendo asistida una mujer de 25 años, que presentaba claras evidencias de haber finalizado un embarazo recientemente sin dar referencias del resultado.
Así, se pudo determinar que la joven habría finalizado su embarazo en la madrugada del día 2 de febrero en el cuarto de baño de su domicilio y que arrojó el feto a un contenedor de basura próximo a su domicilio.
Finalmente, la Policía Nacional puso este martes a la detenida a disposición judicial por un presunto aborto y quedó en libertad, aunque tendrá que comparecer ante el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.