Las tormentas afectaron principalmente las regiones más pobres, en el este del país.
En Szolnok, a unos 100 kilómetros de Budapest, el granizo de tamaño de huevos causó graves problemas y dañó a cientos de automóviles e inmuebles.
También en el este del país los árboles derrumbados por los vientos imposibilitaron el tráfico en varias carreteras, como la 33 y 47, mientras que las lluvias inundaron numerosos sótanos.
Las autoridades locales iniciaron las obras necesarias para aliviar la situación de la población de las localidades afectadas por el temporal.
Según informó la Oficina de Energía de Hungría, en la mayoría de las localidades afectadas por las tempestades el servicio de electricidad se reiniciará hoy.