Los universitarios granadinos sí quiere ir a clase

  • Los alumnos se manifestarán el viernes

  • Gran parte de las restricciones es culpa de las aglomeraciones de los jóvenes

No lo ven claro y no les convencen las clases telemáticas. Puede sonar raro, pero profesores y estudiantes consideran que no es buena idea el cierre de la universidad. Los alumnos quieren ir a clase. Sí. Consideran que es un entorno seguro, mucho más que los bares, a su juicio.

La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda cree que "lo lógico" hubiera sido que la decisión de suspender las clases presenciales se hubiera producido como en el caso de la de Valencia, donde su rector lo acordó tras reunirse y contar con los datos epidemiológicos. Tal vez muchos lo deberían pensar antes de montar aglomeraciones. Porque los universitarios se están comportando peor que universitarios se están comportando peorlos niños, que ya han interiorizado las mascarillas y el uso de los codos.

La rectora, que ha participado en una junta local de seguridad convocada en el Ayuntamiento tras las aglomeraciones de jóvenes de este pasado fin de semana, ha ofrecido en cualquier caso "cooperación y lealtad" por parte de la institución académica. Ha asegurado que acatará todas las instrucciones respecto al desarrollo de la docencia que puedan venir por parte de la Junta de Andalucía, cuyo consejero de Presidencia, Elías Bendodo, anunció la suspensión de las clases presenciales a partir de este jueves.

Aranda, que en declaraciones previas lamentó el cierre las aulas sin aprobar restricciones ni a bares ni al ocio nocturno, ha asegurado que "entiendo todo", aunque ha apuntado que en Valencia fue la propia universidad, a través su rector, la que adoptó una decisión de ese calado tras contar con datos epidemiológicos: "Lo lógico, lo normal", ha apostillado.

En este sentido, ha pedido que se restablezca una manera similar de trabajar y ha recordado que la Universidad de Granada, que cuenta con unos 60.000 alumnos de los que algo más de 2.000 están en residencias y colegios mayores, no tiene actualmente confinada ningún aula y que ningún grupo se ha tenido que pasar a clases virtuales.

La Universidad, según han indicado a los periodistas fuentes de esta institución, desconoce de momento el alcance que pueda tener la suspensión de las clases puesto que todavía la decisión del Consejo de Gobierno no viene recogida en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). La UGR mantiene por tanto su plan de docencia actual mientras no se dicte resolución en contra y trabaja en régimen de "presencialidad segura".

Por otra parte, la Delegación General de Estudiantes, el Frente de Estudiantes y Estudiantes en Movimiento han convocado una manifestación para este viernes, que partirá de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía y en la que pedirán medidas reales ante el cierre de la institución universitaria y exigirán que los profesores tengan la obligación de impartir clases.