Sin rastro ya de su célebre nombre el que fuera barco de recreo del rey emprende el viaje que le lleva a su nueva vida. Es el yate "Fortuna", la embarcación que utilizó la familia real durante los últimos catorce años en sus veraneos en Mallorca. El pasado mes de mayo el monarca renunció a su uso y se lo devolvió a los empresarios que se lo regalaron en el año 2000. Ahora el yate ha sido rebautizado como Foners y está ya anclado en el puerto Adriano a la espera de comprador.