"Los animales, en general, tienen siempre cierto temor al fuego, por lo que un toro con bolas de fuego en sus astas que le sirven de defensa, padece una alteración de sus sistema nervioso; de ahí que mantengan esa reacción tan irritable".
Badiola, admite el sufrimiento del animal, pero explica que en España se protegen los toros para que el fuego "no le caiga en la piel" ni llegue a afectar a sus astas, según publica el Xornal.com.
El presidente de la asociación de veterinarios taurinos, además asegura que la normativa de la UE es muy estricta a la hora de minimizar el sufrimiento animal y no ha tocado el tema de los toros al entender que se trata de "una expresión y tradición de un pueblo y un país.
Malpica, por su parte, es del mismo criterio. que los toros embolados o 'correbous' padecen "un gran estrés, porque los animales le temen al fuego y, en este caso, cuando le ponen bolas de fuego ardiendo en los pitones, les tiene que aterrorizar".
Para el experto, sin embargo, los astados de lidia tiene una piel muy gruesa y no tiene la misma sensibilidad que un humano, por lo que su umbral del dolor es mucho mayor que el del hombre y, en consecuencia tiene que sentir más estímulo para sufrir dolor.
Malpica, también argumenta a favor de la Fiesta, porque en España el toro se mata en la plaza. En otros países, como en Portugal no se sacrifica a la res en la plaza, ni tampoco el mismo día y si la corrida es un sábado, el animal está agonizando hasta el lunes.
Malpica critica a los políticos "que no han sido muy conscientes", porque si prohíben las corridas por bienestar animal debían haber prohibido todos los espectáculos con toros. "Ellos solo ven el malestar animal y otros vemos, además, otras cosas como es el arte, la supremacía del hombre, una cultura que otros no pueden o no quieren ver. En los años 60 aparecieron los Beatles y, en España, 'El Cordobés'", ha concluido.