Las corridas de toros vuelven a Palma de Mallorca en medio de una gran polémica. La fiesta nacional regresa a una ciudad dividida. Numerosos antitaurinos se han manifestado para manifestar su rechazo: “Estamos en contra del maltrato animal”. “Estamos en 2019”, denuncian, mientras en el otro bando los taurinos vuelven a sacar pecho: “Es parte de la cultura de España. Un poco de arte y un poco de toreo”, afirman.
Dos años han pasado sin que un torero pise la arena desde que se aprobaran los ‘toros a la Balear’; corridas sin sangre en las que no se podía maltratar, herir o matar a las reses, además de otras limitaciones.
Pero poco han durado los 'toros a la Balear'. “Nos parece algo atroz. Es una fiesta que podía haberse amoldado a los tiempos modernos”, subraya Aida Cortecero, de ICA Animalista.
El Constitucional tumbó esta restricción hace 8 meses. “Los toros están protegidos por una ley nacional; es un bien cultural”, defienden los taurinos. Ahora saltan al ruedo tan solo con dos prohibiciones: nada de alcohol en la plaza ni menores de 18 años.