Vecinos del barrio de Campanar temen por su salud ante la demolición del antiguo Hospital La Fe: “Respiramos el amianto que pueda haber"

Demolición del Hospital La Fe. Redes Sociales
  • El antiguo Hospital La Fe, símbolo de la sanidad valenciana durante décadas, fue abandonado tras el traslado del centro a su nueva sede en 2011

  • Los establecimientos de hostelería y tiendas próximas aseguran que el polvo y la suciedad se cuelan a diario en sus locales.

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ValenciaEl antiguo Hospital La Fe de València, que durante décadas fue un referente de la sanidad valenciana, está siendo demolido para liberar suelo y dar paso a futuros desarrollos urbanísticos en la zona. El edificio, en desuso desde el traslado del centro hospitalario a sus nuevas instalaciones en 2011, se encontraba parcialmente abandonado y deteriorado. Su derribo, autorizado por el Ayuntamiento, pretende transformar el entorno y revitalizar el barrio, aunque el proceso está generando controversia entre los residentes.

"Seguimos respirando el amianto que pueda haber en el ambiente y nadie actúa". Es la denuncia de una vecina que vive a escasos metros de las obras de derribo del antiguo Hospital La Fe, en València. Afirma que desde hace dos semanas soportan nubes de polvo y arenilla que les provocan picor de ojos y estornudos.

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Su temor más profundo es que las partículas puedan contener amianto y que la exposición afecte a la salud de residentes y pacientes del vecino Instituto Valenciano de Oncología (IVO). Ha trasladado la queja tanto al Ayuntamiento de València como a la Generalitat, pero denuncia que ambas administraciones se limitan a pasarse la responsabilidad: "¿Qué pasa, que por el hecho de tener licencia todo vale?", se pregunta indignada.

Los comercios también sufren las consecuencias

Los establecimientos de hostelería y tiendas próximas aseguran que el polvo y la suciedad se cuelan a diario en sus locales. Un empleado relata que deben limpiar constantemente para mantener un mínimo de higiene, algo que califica de “insostenible”. Algunos hosteleros subrayan que la posible presencia de materiales peligrosos no solo afecta a sus trabajadores, sino también a los clientes que ocupan terrazas o entran al establecimiento.

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"Nadie se ha acercado a preguntar cómo estamos", lamenta un comerciante, convencido de que la situación se prolongará mientras duren las obras.

Un derribo para dar paso a nuevos proyectos

El antiguo Hospital La Fe, símbolo de la sanidad valenciana durante décadas, fue abandonado tras el traslado del centro a su nueva sede en 2011. Ahora, el edificio está siendo demolido para liberar suelo y abrir paso a futuros desarrollos urbanísticos que, según el Ayuntamiento, revitalizarán la zona. La actuación cuenta con licencia municipal y medidas de control del polvo, como mangueras de agua para minimizar su dispersión. Sin embargo, estas no evitan del todo el impacto en la vida cotidiana de quienes viven o trabajan junto al solar.

Ruido, polvo y resignación vecinal

En las calles colindantes, las aceras aparecen cubiertas por una fina capa blanquecina y el aire está cargado de partículas. Algunos vecinos observan el derribo desde la acera de enfrente, entre la curiosidad y la preocupación. "Es incómodo vivir con esto todos los días, pero es lo que implica una demolición", reconoce un residente. Otros insisten en que el entorno puede ser perjudicial para la salud, sobre todo para quienes ya padecen problemas respiratorios o inmunológicos.

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