Josefa y Maradona se reencuentran después de 14 años tras sufrir las consecuencias de la trágica DANA
La anciana perdió a sus cuñados en las inundaciones y Maradona sobrevivió milagrosamente entre el barro en una nave industrial
El barro solidificado de la DANA en las alcantarillas valencianas, un foco de inundaciones a largo plazo
A Josefa las inundaciones provocadas por la DANA la cogieron en su casa, situada junto al Barranco del Poyo y a unos metros del único árbol que sobrevivió a la barrancada.
El agua inundó por completo la vivienda situada bajo la suya, donde vivían sus cuñados. A sus 81 años intentó ayudarles, pero fue imposible. Los dos fallecieron ahogados. Un duro golpe para esta mujer, que había perdido antes a su marido.
Devastada por el dolor de la pérdida, su hijo le contó que habían encontrado con vida a Maradona, un perro que crió de cachorro y que regaló a unos familiares lejanos. El animal había sobrevivido milagrosamente a las inundaciones en una nave industrial. Unos voluntarios lo encontraron días después de las inundaciones enterrado en lodo. "Era una bolita de pelo que casi no podía respirar" relata.
Salvó a Maradona de la eutanasia
En medio de la destrucción provocada por la DANA, los voluntarios encontraron un veterinario en Benetússer para atenderlo. "Le hicieron un lavado de estómago y le pusieron varios goteros porque estaba muy débil", cuenta Josefa.
Finalmente, Maradona salió adelante, pero no encontraban a nadie que quisiera a adoptarlo por lo que decidieron practicarle la eutanasia. Fue entonces, cuando el hijo de Josefa le contó lo que había pasado con el animal y que iban a sacrificarlo. "Era imposible dejar que un animalito que había sobrevivido después de todo lo que había pasado muriera por una inyección. Yo no tengo corazón para eso y lo tragimos a casa", explica.
Habían pasado nueve días de la tragedia y 14 años después, Josefa y Maradona se reencontraban.
Sin sus cuñados y con sus hijos haciendo su vida, la companía de Maradona ha sido vital para que Josefa sobrelleve la tragedia. Los dos se hacen compañía y el perrito obliga a la anciana a estar activa. "Tengo que estar pendiente de él, sacarlo a pasear y eso me va muy bien", asegura Josefa.