Vanesa María Martínez Lariño ha ganado un Nachete y poder asistir al programa

TELECINCO.ES 26/04/2011 14:51

Este es el relato íntegro:

Hola amigos, mi nombre es Nachete y soy la mascota de Pasapalabra. Para que me conozcáis un poco mejor os voy a contar algo sobre mi vida. Lo primero: enorme y tengo un montón de hermanos. Desde muy pequeño empecé a trabajar. Mi primer trabajo fue para un matrimonio algo mayor, siempre preocupados de que se fuera la luz. Y ahí estaba yo, en la linterna…era muy estresante. Un trabajo a tiempo completo en el que tenías que estar siempre preparado por si te necesitaban, ya fuera por un apagón o porque había que buscar algo en el trastero. Además tenías que dar siempre el 100% sino rápidamente eras sustituido por otro que rindiera más. soy una bombilla, un chico bombilla.Nací en una fábrica

Cuando crecí cambié de empleo, ya que el de las linternas me venía pequeño jeje…y empecé a trabajar para una familia en el trastero. Lo cierto es que el cambio fue a mejor. Cada vez que venían al trastero era una fiesta…niños corriendo, revolviendo entre viejos juguetes… y Alicia, la dueña, era un sol, ¡si hasta me limpiaba el polvo cada fin de semana! Así que además de atareado, estaba limpio, ¡era estupendo!. Fueron tres años felices, hasta que un día cuando subieron llenos de cajas empecé a sospechar algo. Rápidamente empezaron a empaquetar cosas mientras hablaban de…la mudanza. Cuando acabaron de guardar todo me desenroscaron con cuidado y me pusieron en una cajita, envuelto en papel de periódico junto a otras bombillas. Al guardar la caja en la que íbamos las bombillas tuve la mala suerte de escurrirme por un lado que había quedado mal cerrado y caer suavemente en la acera, al lado de un kiosco. Ahí, al lado del kiosco entre puntapiés despistados que me iban llevando de un lado a otro comenzó el periplo hacia mi nueva vida.

Rodando, rodando, fui a parar a la entrada de los platós de Telecinco un chico bombilla con la mejor suerte del mundo.

y caí en las manos de un electricista que trabajaba allí. ¡Que suerte la mía! Iba de camino a colocar nuevas bombillas en el camerino de Christian Gálvez …y así fue como lo conocí. ¡Os podéis imaginar mi cara cuando encendieron el interruptor ¡de la emoción me puse a brillar tanto que casi no podía verse! Jejeje y así fue como se fijo en mí, me desenroscó despacio para ver lo que pasaba y aproveché para presentarme. Tuve la suerte de caerle bien y después de un primer programa y buscarme un buen vestuario, también de gustaros a vosotros. Y ese soy yo,