Erick y León se encuentran en graves problemas. Genaro Carreño aparece atado a una silla en el lago próximo a las ruinas de la vieja escuela. Una llamada anónima alerta al hijo del fallecido que los culpables son los hijos de Juan Reyes y Norma Elizondo. Por otro lado, los mellizos reciben llamadas de una persona que amenaza a los hermanos de Juan David con contar todo lo ocurrido.
Cuando parece que el crimen del profesor ya es agua pasada, los hermanos reciben un impactante vídeo en el que se les puede ver pegando a Genaro y atándolo a una silla. Muertos de miedo, Erick y León deciden sincerarse con su tío Óscar y contarles toda la verdad. Para Óscar los problemas de los mellizos ya se han vuelto demasiado peligrosos así que decide acudir a la policía. Tras las súplicas de su sobrinos, el marido de Jimena decide dar a los jóvenes una oportunidad y escuchar su relato.
El profesor Carreño se puso muy violento con los mellizos y los acusó de haber dejado embarazada a su hija Adela. A ellos no les quedó otro remedio que defenderse y deciden castigarlo de la misma manera en la que él castigaba a su hijos: atándolo a una silla y haciéndolo permanecer largas horas bajo el sol.