Kiko Hernández, a Belén Esteban: "Te tenía aprecio y veo ahora que no vales ni eso"

Jorge le preguntaba a Belén: “¿Quién crees que tiene la culpa de todo lo que ha sucedido?" Y Belén, sin pelos en la lengua decía: “mis dos compañeros”, refiriéndose a Kiko Hernández y Kiko Matamoros, y matizaba: “los que os reís de la gente”.

Durante el revuelo que se generó entre los colaboradores, Belén seguía con su discurso: “Cuando Rosa acaba ‘Supervivientes’, Amador estaba muy mal y Jorge Javier lo sabe porque le llamé y se lo dije”. Según cuenta la copresentadora, el marido de Rosa estaba mal porque su mujer había ganado un concurso y le habían relacionado con Montalvo, a él le llamaron de todo y él como hombre no lo ha superado.

Cuando Lydia Lozano también se metía a opinar, 'los Kikos' se reían a las espaldas de ellas y eso enfureció a Belén que espetaba: “Yo, si se van a estar riendo, me voy, es una falta de respeto”. La reacción de Kiko Hernández no se hizo esperar y dijo: “Que venga aquí a cantarme no sé que, que iba a venir como un miura, ¿Qué me estas diciendo?” El colaborador no comprende por qué su compañera le culpa a él de la crisis entre Rosa y Amador y seguía añadiendo: “yo no tengo nada que ver con la separación de estos dos. Si amador y Rosa se separan, serán ellos los culpables, ¿Qué tendrá que ver, ‘Supervivientes”?.

Kiko Hernández: "Yo no comercializo con mi mierda"

Belén, asombrada por la forma de hablarle su compañero, intentaba calmar los ánimos, pero antes de acabar de hablar, amenazaba: “No te me pongas así, porque ya no hay miedo a nada, y aquí hay muchos de los que todavía no se ha hablado pero se va a hablar”. Kiko Hernández, muy exaltado, contestaba a la copresentadora que no tenía problema, además añadía: “Yo no comercializo con mi mierda”. Belén insinuaba que a lo mejor no le interesaba porque no tenía las espaldas bien cubiertas, mientras que Kiko contratacaba: “Yo no comercializo, hay otros que sí y perfecto, yo también vivo de eso. Todos estamos expuestos y puede salir , pero yo no me siento”.

Además, el colaborador seguía hablando y le recordaba a Belén que el viernes la pusieron a parir las personas que ella estaba defendiendo. “Tu amiga Rosa Benito le dijo a Mila que estabas destrozada por no ser la separación del verano” afirma Kiko. A lo que Belén, indignada, se defendía: “Sí y lo del baño también, pues que se lo digan a la cúpula”.

Gran enfrentamiento entre los colaboradores antes del final del programa

La tensión tenía que estallar una vez más. Kiko Hernández se dirigía a Chayo Mohedano, hija de Rosa Benito, dado que cree que ha roto el pacto de paz que habían acordado. “Me extraña que Chayo diga a alguien que Kiko es un ‘HP”, le defendía Belén Esteban; “También me extrañaba que dijera lo de la alcoholemia y luego salió”, replicaba Kiko Hernández.

“A ver si van a criticar que Chayo hable de esto”, pedía Belén y Kiko lo hacía: “Yo no me sentaría a hablar del divorcio de mis padres”, y con esto la polémica estaba de nuevo servida. “A ver si te da miedo a ti sentarte”, replicaba Belén y, una vez más, ambos se veían inmersos en una discusión en la que Kiko le pedía que dijera lo que de él sabe y Belén pedía permiso para hacerlo.

Ante el silencio de la copresentadora, Kiko Hernández decía: “Cuenta, si es mío más interesante. Cuenta, cuenta”, pero Belén no estaba por la labor: “no me da la gana”; “porque no tienes nada”, replicaba Kiko Hernández y Belén decía algo que desataba el enfrentamiento: “A lo mejor el que no tuviste nada fuiste tú”.

“¿De qué? ¡Ah que ya sé por donde va ¿Qué estás hablando de un tema que no he hablado nunca? ¿De mi enfermedad? ¿Qué entramos a la guerra? No vamos a hablar de problemas de salud porque si hablamos podemos hablar de todos los problemas”, se defendía Kiko Hernández. “Por ahora diabética”, decía Belén Esteban; “empieza que a mí no se me cae nada de momento”, decía Kiko.

“Yo en el momento en el que me siente en un plató a hablar de mi vida, de mis obras y de milagros me dices lo que quieras mientras tanto calladita”, le pedía Kiko a Belén pero ella no iba a guardar silencio: “Me callaré cuando me salga del mismísimo potorro”.

Pero el enfrentamiento continuaba. Seguían las acusaciones en ambas direcciones: "¿Sabes la pena que te tenía en aprecio y veo ahora que no vales ni eso?" y entonces intervenía Toño Sanchís, representante de Belén: "oye mucho cuidado que delante de mí no le faltas al respeto". Finalmente, entre lágrimas, Belén salía de plató.