Según Kiko Hernández, Karmele Marchante vendió un piso de Arturo Soria a una persona que está muy indignada con ella por como dejó la vivienda. Al parecer, Karmele le prometió dejarle algunos muebles como el cenador, armarios y demás, y la nueva inquilina cuando llegó no encontró absolutamente nada. Kiko Hernández recrea el momento y Karmele salta.