Irene Rosales y Kiko Rivera (acompañado de su cuñado, Omar Montes) han quedado con sus fans a 24 horas de encerrarse en la casa de GH DÚO. Nada más llegar a la estación de Atocha, a Irene se la veía visiblemente emocionada: "Cada vez que hablo de mis hijas me pongo a llorar; pero, bueno, ya nos hemos despedido y ahora nos toca disfrutar y darlo todo", le ha dicho a nuestro reportero de Sálvame.