María Teresa Campos, ante las polémicas declaraciones de Bigote sobre la vacuna: "Yo estoy en contra de estas gili***"

  • “A mí me hablan de una vacuna y no me la pongo ni cagando”, dijo Bigote Arrocet sobre el coronavirus

  • Pety, hermana del humorista, asegura sin embargo que Edmundo ya tiene puestas las dos dosis de la vacuna

  • María Teresa Campos: "Yo paso de todo lo que diga esta persona"

Bigote Arrocet ha hecho unas polémicas declaraciones sobre la vacuna del coronavirus. El humorista ni respondía al saludo con el que el redactor de 'Sálvame' iniciaba la conversación, creía colgar el teléfono y se desahogaba con alguien a quien no identificamos sobre su negativa a vacunarse.

Con 50 años no se había vacunado nunca, llevaban diciéndole que lo hiciera desde los 40, así que accedió a ponerse una. Sin embargo, le produjo una reacción adversa y llegó a tener 41 de fiebre: “Me quería tirar por el balcón”, decía. Por ello, tiene claro lo que hará ahora: “A mí me hablan de una vacuna y no me la pongo ni cagando”.

El programa se ha puesto en contacto con María Teresa Campos, que se sorprendía: “Yo estoy en contra de todas estas gilipolleces. Contra eso sí estoy”. Espera que no sea “De estos que salen a la calle a contagiar” a todo el mundo y añadía: “Yo paso de todo lo que diga esta persona (…) “No lo volví a ver ni quiero así que déjalo tranquilo que no se ponga la vacuna y que haga lo que quiera”, añadía Teresa.

María Teresa Campos pide que desde los medios se apoye la vacunación

“No nos hace falta que hablen contra la vacuna porque no es bueno para nosotros”, decía María Teresa y reflexionaba sobre el papel de los medios: “Tenéis que apoyar que la gente se vacune, las vacunas han existido siempre, es el principio del fin si lo hacemos todos”.

Su hermana Pety asegura que Edmundo está vacunado

Sin embargo, las declaraciones de su hermana Pety dan un giro a la historia: asegura que hace 20 días que su hermano se puso la segunda dosis de la vacuna y, cuando el reportero le transmitía las declaraciones de Edmundo, no podía dar crédito: “No te puedo creer”.