La rutina de la Infanta Cristina no ha cambiado con la imputación de su marido, Iñaki Urdangarín, en el Caso Nóos. Su día comienza por llevar a su hija al colegio, siempre con una gran sonrisa en la cara. La normalidad es la consigna que parecen llevar a cabo todos los miembros de la familia Urdangarín.
Los niños mayores de los Duques de Palma, Juan y Miguel, viven ajenos a toda polémica y acuden a diario al colegio ‘Liceo Rochambeau’, situado a unas manzanas de la residencia de los Urdangarín, donde llegan a las ocho de la mañana y salen sobre las tres y media de la tarde. Según fuentes consultadas por ‘Sálvame Deluxe’, este elitista colegio cuesta mensualmente la friolera de 14.000 dólares por semestre y la matricula más de el doble.
Los gastos escolares corren a cargo de Teléfonica, la empresa en la que Urdangarín trabaja como Consejero en Washington, unos altos gastos a los que abría que sumar la piscina, unos 250 dólares por semestre, y las multas por recoger tarde a los niños, 18 dólares por cuarto de hora de retraso, aunque los hijos de los Duques de Palma no tiene este problema ya que van y vuelven del colegio en un autobús escolar.
Las tardes de la familia son un misterio, ya que ni la Infanta ni sus hijos salen de la lujosa casa situada en Chevy Chase, el barrio más elitista de la capital norteamericana, una especie de Wisteria Lane, el famoso barrio de la serie ‘Mujeres Desesperadas’, en el que se pueden observar todo tipo de lujos: cochazos, inmensos jardines sin vallar, canastas de baloncesto y, como no podía ser de otro modo, las famosas banderas americanas. Una de las vecinas de los Duques de Palma es la actriz Uma Thurman.
La mansión en la que reside la Infanta Cristina junto a Iñaki Urdangarín y sus hijos es una inmensa casa de tres plantas de 600 metros cuadrados cada una, con 7 habitaciones, sótano, piscina y un jardín trasero donde, antes de que se destapara la polémica trama, Iñaki jugaba con sus hijos al baloncesto.
Según fuentes de la investigación, esta mansión está valorada en cuatro millones de euros y su precio mensual de alquiler ronda los 7.500 euros al mes, un gasto que también corre a cargo de Telefónica, que como la mayoría de grandes empresas pagan los gastos de vivienda y matriculas escolares de los hijos a los ejecutivos que tienen que cambiar de residencia por motivos de trabajo.
Esta información haría pensar que los Duques de Palma tiene una vida aparentemente lujosa y feliz, pero que desde la imputación de Urdangarín en el Caso Nóos se ha convertido en una inmensa jaula de oro de la que apenas salen, rodeada a todas horas por cinco miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, relevados cada tres meses, que velan por la seguridad de la hija del Rey. Estos agentes de seguridad no son los únicos que rondan la casa de la Infanta, también lo hacen agentes del Departamento de Estado Norteamericano que blindan totalmente a la pareja.
Durante las 72 horas en las que se llevó a cabo el reportaje de investigación de ‘Sálvame Deluxe’ quedó constancia de la poca vida social que tienen los Duques de Palma en Washington, ya que más allá de la entrada y salida de los niños para asistir al colegio, nadie más ha entrado en la lujosa mansión, por lo que, a pesar de querer transmitir una imagen de rutina y normalidad, la soledad en la que parecen estar sumidos la Infanta y sus hijos es muy evidente.