Marisa, madre de Frigenti, sobre el bullying que sufrió su hijo: "No estuve a la altura"

Marisa, la madre de los hermanos Frigenti, no podía evitar apartar la vista al escuchar uno de los testimonios más duros de su hijo. Miguel confesó hace un tiempo en el plató de ‘Sálvame’ que había sufrido acoso escolar y que le pegaron a la salida del colegio.

Un relato que aún sigue haciendo daño a la madre de Miguel Frigenti, que recuerda aquella etapa como una de las más complicadas: “Es una etapa muy dura que vivió mi hijo y de la que yo tardé mucho tiempo en enterarme. No estuve a la altura y no le pude proteger”, decía.

“Miguel no me contaba las cosas que podían hacerme daño. Cuando ya no podía más y le pesaba, lo escribía en un diario que sabía que yo iba a encontrar”, confesaba Marisa. “Esa espina la voy a tener siempre de que no estuve a la altura”, añadía.

Marisa asegura que notó “un cambio” en su hijo durante aquella época: “Reaccionaba con mucha violencia ante cosas insignificantes y empecé a preocuparme porque él no era así. Ahora entiendo que esa rabia la tenía acumulada y que la tenía que sacar de alguna manera”, decía.

“Me atormenta y tengo complejo de culpa porque sé que, aunque él me repite que lo ha superado, no lo ha superado ni lo ha curado (…) Parte de sus inseguridades parten de eso (…) Es una cosa que todavía le causa dolor y es que con mi hijo se ensañaron”, declaraba Marisa.

“No me pidieron perdón en el colegio. Alguien que es capaz de hacer eso nunca pide perdón. Te dicen que el problema lo tiene tu hijo y que le lleves a un psicólogo”, explicaba la madre de Miguel Frigenti.

Marisa asegura que no cambiaría nada de sus hijos y asegura lo siguiente: “Creo que Dios eligió mandarme a mis hijos porque su condición sexual les hace tener una sensibilidad que los heterosexuales no tienen”, decía Marisa.

Sobre su marido, Marisa explicaba que es “el mejor padre” que ella “podía haber elegido”: “Mi marido es muy buena persona. No lo ha llevado tan bien como lo ha podido llevar. Él siempre ha aceptado y se siente muy orgulloso de sus hijos, pero le ha venido grande”, explicaba Marisa.