El empresario llega dispuesto a poner las cartas sobre la mesa con respecto a su expareja María Jesús y al ex de ésta, Julio Ruz. Desmiente (como dice Ruz) que llamara a María Jesús a diario y, es más, decide atacarle al sostener que Julio “tiene una mente enfermiza”. “Es despreciable porque aprovecha una situación para quitarte la familia”, añade.