Cuatro años después de que entrara en prisión acusada de asesinato, secuestro y obstrucción a la justicia, Catalina ha perdido toda esperanza. Tras llevar a cabo su segundo intento de suicidio, la joven recibe la visita de un policía que le ofrece la libertad a cambio de un acuerdo de colaboración que la joven acepta sin reservas.
Catalina se irá a vivir con Jessi y trabajará para ella como camarera en el Ginger, el afamado local nocturno que regenta. Sin embargo, el negocio de prostitución y drogas oculto tras el glamour del club pondrán de nuevo a la joven en contacto con la oscura realidad que le llevó a truncar su futuro.
Por otra parte, el narcotraficante Guillermo 'Bebe' Mejía acaba de llegar a Madrid para poner en marcha una nueva red de distribución de estupefacientes. La primera acción que llevará a cabo el capo será suprimir a los distribuidores actuales, algunos de los cuales abastecen el local de Jessi.