El sueño de pagar la casa de la madre de él no ha impedido que Julio y Cris luchasen con toda su ilusión. Nada más empezar han fallado una pregunta y han dejado su marcador a cero pero rápidamente se han recuperado. Es más, superada las dos primeras fases la suerte parecía jugar a favor de la pareja. Y si no sucedía así, ya estaba ahí Carlos Sobera para animarles y proponerles un beso de buena suerte.
Pero la tercera fase ha sido decisiva y Julio ha tenido la mala fortuna de fallar algunas preguntas, lo que ha provocado que se incrementasen las bolas rojas y restasen euros y euros al marcador final. Lamentablemente, con tanta resta, el resultado se ha quedado a cero, para desilusión de Cris, que maldecía la mala suerte en el último trayecto del concurso. No todo estaba perdido, aún quedaba la esperanza de que Julio hubiese firmado el contrato que les aseguraba el mínimo ganado durante la primera fase más 2.500 euros por cada pregunta acertada, lo que suponía una cantidad de 12.000 euros. Pero él confiaba en la suerte y la elección a ciegas ha provocado que la pareja se fuera con las manos vacías de esta experiencia. ¡Ánimo!