"Hola mi nombre es Nagore. Vengo de Bilbao y tengo 26 años". Así de directa se presentó una jovencísima Nagore Robles en el casting de 'Gran Hermano' 11. Su pose entre nerviosa y desafiante con las manos en los bolsillos nos dejaba claro que estábamos ante una mujer de fuerte carácter que no tenía ningún reparo en ensalzar sus virtudes, pero también reconocía a los espectadores sus grandes defectos.

Se declaraba fiel, sincera y muy amiga de sus amigos. Toda una bomba de relojería que estallaba sin miramientos cuando le buscaban las cosquillas y un poco niña consentida para algunos aspectos como herencia de haber sido siempre el ojito derecho de su padre. Nagore tenía un claro lado guerrero y otro más dulce. Ella no era de las que dejasen indiferente.

En su último alegato para entrar en la casa más mediática, la colaboradora de 'Supervivientes' lanzó un rotundo mensaje:"Me tenéis que coger a mí porque soy una tía especial". Una afirmación que con los años hemos podido contrastar y por la que no solo ha enamorado a Sandra Barneda, sino también a toda la audiencia. En su speech final terminó de conquistar a la productora de Zeppelin con su promesa de ser una mujer "buen rollo las 24 horas", eso sí, siempre que no "le tocasen el higadillo" porque si lo hacían, conocerían a la Nagore más cañera.

Y podía ser una actriz "fustrada"o "no tener dotes como bailarina o cantante", pero lo que sí era cierto es que a partir de ese casting, aquella chica de Bilbao tendría mucha carrera televisiva por delante.