Berta debería haber heredado la mitad de la ruinosa empresa conservera de su padre, pero fue su hermana Chon la que se casó con Nemo Bandeira y se quedó con todo para que su marido pudiera evitar la debacle del negocio. Dolida, Berta se marchó a México y allí se casó con un narcotraficante viudo y padre de un hijo, Daniel, que la ve más como mujer que como madre. El resentimiento ha convertido a Berta en una mujer rencorosa y vengativa que, enterada de los problemas de los Bandeira, regresará a Oeste con su hijastro para recuperar lo que le quitaron cuando no era nadie. Ahora es Doña Berta y va a cobrarse la deuda.