Con el atropello de su neuróloga, Nemo no solo ha visto esfumarse de golpe sus escasas posibilidades de que su enfermedad se frenase: El cacique de Oeste ha recordado la muerte de su madre, que fue asesinada por su padre. Sin pensárselo y acompañado por su hombre de confianza, Bandeira ha decidido acabar con la vida del marido de su doctora y asesino confeso de esta. Pero no todo era como Nemo creía, ya que el hombre no había sido el culpable de su muerte.