Lili busca a Luna, su prima, porque hace catorce años que no sabe nada de ella. Su tía y madrina falleció y, desde entonces, no supo más de ella. Y es que, a los pocos meses de fallecer, el padre de Luna se la lleva sin dar una dirección de contacto. La madre de Lili consigue un número de teléfono, hablan con Luna, pero el padre, al poco, se vuelve a casar: cambia de dirección y de teléfono.
El programa ha localizado a Luna, le ha entregado el objeto y Lili ha podido ver cuál es su aspecto habitual. Emocionada, Lili se ha mostrado muy ilusionada por volver a ver a su prima después de tantos años y cree que su tía estaría muy orgullosa de ella. Pero Lili se ha llevado una gran decepción: Luna no ha acudido al plató.
Luna ha desestimado la invitación del programa y el reencuentro no se va a producir finalmente. No, al menos, en nuestro plató. Rota de dolor, Lili hace frente al desplante de Luna y escucha las palabras de Carlos Sobera, que le transmite el mensaje que les ha dejado la madre adoptiva de Luna.
Ella y Luna han sido muy felices juntas, Luna es una niña trabajadora y lo ha heredado de su madre biológica, pero su padre desapareció de su vida sin dejar rastro cuando Luna era una niña y nunca la han vuelto a ver, Luna se va a poner el apellido de su madre porque siempre la ha tenido presente. Tras escuchar esto, Lili le manda un mensaje a su prima, con la esperanza de poder abrazarla.