Begoña es una vecina de la Puebla de Don Fadrique, un pueblo que tiene cerradas todas las instalaciones públicas y que ha decretado un confinamiento voluntario y flexible ya que la gente sí puede salir a la calle.
Esta medida se toma tras el positivo de un miembro de un grupo de amigos que se fue de casa rural y Begoña nos ha contado que hay “temor” porque están conviviendo con personas que han dado positivo peor añade: “Hay demasiada alarma, los contagiados están localizados, en un pueblo todo el mundo se conoce”
“Está controlado y podemos vivir con tranquilidad aunque sí, estamos saliendo menos”, ha añadido la vecina.