Llega un momento en la vida de un hombre en el que tiene que decidir qué importa más y parece que Bruno lo tiene claro. El policía no está dispuesto a volver a estropearlo todo y aunque no es capaz de mirarle a los ojos, sí le deja claro a su Buhita que su amor es imposible. Ella no entiende qué ha podido pasar y no le sirve de nada que la prometa acabar con los Peña sino le tiene a él a su lado.