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Casas de famosos

Con jardín, espacio para la música y un remanso de paz: la casa que marca la nueva etapa de Kiko Rivera

Kiko Rivera en el jardín de su nueva casa durante su entrevista en '¡De viernes!'. Telecinco
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MadridHace ya unos meses que Kiko Rivera puso fin a su matrimonio con Irene Rosales tras once años juntos y dos hijas en común. Esto supuso muchos cambios para ambos incluyendo la casa. El DJ dejaba la casa familiar para empezar lo que él define como “mi nueva etapa” y en su nueva casa recibió a Santi Acosta para la primera parte de su entrevista en '¡De viernes!'. A pocos kilómetros de la casa en la que vive sus hijas con Irene, el hijo de la tonadillera se ha instalado en una urbanización de un pueblo de las afueras de la capital andaluza.

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La casa del ex de Jessica Bueno cuenta con 398 metros cuadrados construidos y en una parcela de 780 metros cuadrados. Tres plantas, con cuatro habitaciones, tres baños, un salón amplio y cocina abierta al salón son las señas de identidad del interior de la nueva casa de Kiko Rivera. En el exterior cuenta con piscina, jardín, un porche cubierto y un solárium. 

Uno de los motivos por los que el DJ se ha decidido por esta vivienda es por sus hijos, estar cerca de Ana, Carlota y Francisco es fundamental para él en esta nueva etapa de su vida. Tener un jardín amplio y espacio interior para jugar y crecer ha sido una de las prioridades del hermano de Isa Pantoja. Además, ha sabido tiene espacio más que suficiente para crear contenido y pinchar, sus dos pasiones y trabajos.

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Jardín, piscina y porche

Kiko Rivera ha encontrado un hogar para él y para sus hijos. “He intentado buscar una casa que ellos también sientan su nuevo hogar” ha asegurado del DJ. Lo primero que recibe a todo aquel que entra en la casa es un jardín amplio, con árboles, césped y una enorme piscina vallada. Palmeras, árboles y un pequeño solárium son las vistas del DJ desde el porche donde suele tomar café a primera hora de la mañana. 

La piscina vallada aporta tranquilidad y seguridad, especialmente cuando están las niñas en casa. Este espacio exterior es, sin duda, el escenario que Kiko buscaba para sus hijas: libertad, seguridad, espacio para jugar, espacio para relajarse, espacio para crecer. El porche cuenta con una barbacoa, una mesa para comidas y cenas con amigos y en familia. Un entorno único que también permite acceder directamente al salón por unos grandes ventanales que comunican la cocina-salón con el porche, para que esa vida de dentro-fuera fluya. Kiko Rivera escogía este nuevo hogar para disfrutarla y vivirla. 

Luminoso, moderno y minimalista

El interior de la vivienda destaca por ser un espacio espacio luminoso, moderno, cálido y minimalista pero acogedor, rural sin exceso y con detalles de estilo. El salón está a doble altura, la entrada y la cocina están en un nivel, y bajando unos escalones aparece el salón propiamente dicho. Esa transición de altura aporta dinamismo, amplitud visual, y marca la separación natural entre espacios sin necesidad de muros pesados. 

La cocina está totalmente abierta al salón, lo que genera una continuidad fluida. Muebles en negro mate, baldas de madera, ventanal amplio que inunda de luz el espacio, una nevera blanca que rompe la paleta, lámparas colgantes de estilo industrial que aportan carácter. Los suelos combinan gres rústico, ciertos elementos de madera o techo de tablones que recuerdan un aire rural, y ventanas grandes que conectan con el exterior, aportando luz, calidez, vida.

Pero, además, el DJ ha reservado una zona especial para su faceta creativa, un espacio para componer música, para pinchar, para su set-up personal dentro de casa. No es solo un salón para ver la tele; es un hogar que también es estudio, oficina, rincón de creación. Esa dualidad casa-trabajo-ocio le permite vivir tranquilo y productivo al mismo tiempo.

Los tonos predominantes: blancos, cremas, maderas claras, negro en acentos, materiales naturales, ventanales que lo conectan con el exterior. Todo parece dispuesto para que la casa sea refugio y escenario de nueva vida. Y las niñas tienen espacio, el salón amplio, aunque minimalista, se presta a ser vivido, a estar en familia, a recibir amigos… sin perder la armonía.