Han y Aritz: “’No nos mires, ¡únete!”

El juego de la verdad que los finalistas tenían para celebrar sus tres meses de convivencia ha terminado con la pareja del año discutiendo como un matrimonio en el confesionario. A Han no le ha hecho ninguna gracia saber que Aritz ya no estaba dispuesto a venirse a vivir a Madrid y se ha vuelto a sentir engañado. Aritz le ha vuelto a decir que él nunca le había negado la existencia de su persona especial y han comenzado a discutir como en sus mejores tiempos. Pero tras la discusión, Aritz ha mirado la carita de Han, se ha olvidado de todo y se han vuelto a esconder bajo el edredón para darlo todo. Pero por si fuera poco, tras su reconciliación en la cama, los jóvenes se han metido en la ducha y han invitado a quién los estuviera mirando a unirse a su particular ducha.
