Gonzalo, a Argi: "Aquí dentro eres mi cáncer"

Del amor al odio hay un paso y eso parece ser lo que les está pasando a Argi y a Gonzalo. Los dos concursantes, que tuvieron un lío hace dos años y que durante todo este tiempo han seguido tonteando por teléfono, se han reencontrado en la casa de Guadalix de la Sierra. Lejos de acercarse y de que entre ellos se crease una relación especial, tanto el gemelo como la vasca se distancian por minutos.

A Argi no le gusta que Gonzalo Argi Gonzalointente ligar con Susana, motivo por el cual sus peleas se han convertido en una constante dentro de la casa de Guadalix de la Sierra. La joven critica al gemelo de haber contado un secreto suyo, algo que él niega rotundamente pero que cada día les sirve para volver a tirarse los trapos sucios a la cara.

"¿Te crees que me gusta que después de hablar a diario durante dos años le eches fichas a una chica que es mi amiga delante de mí", le vuelve a preguntar Argi al gemelo sin parar de darle vueltas al mismo tema. "Qué quieres que haga, si soy así", le dice Gonzalo una ve más casi discupándose por no haberse enamorado de ella.

La vasca le pide respeto ya que, aunque asegura no estar enamorada de él, necesita "tiempo para hacerse a la idea". Después de que el tono de la conversación subiese de tono más de la cuenta, Argi se disculpa ante él, aunque le pida que entienda un poco su postura. Gonzalo insiste en que no ha contado nada, y que Argi tiene que ir de frente: "tienes que ir y decir ¿quién ha dicho esto de mí?".

El gemelo acusa a Argi de ser una falsa y asegura que no piensa perdonarle porque es "una persona en la que no se puede confiar, no es de fiar...". Argi coge a Gonzalo del brazo buscando su comprensión, pero el chico se muestra reacio: "no me cojas, no me cojas. Sinceramente... para mí no vales nada ahora mismo".

Gonzalo acusa a Argi de hacerle quedar mal con lo compañeros, de ser su cáncer dentro de la casa, una chivata, una falsa y una metebullas. La joven, visiblemente nerviosa por las acusaciones del chico, trata de disculpar su comportamiento: "A mí se me va la pinza, hablo antes de pensar... pero no soy falsa".