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Lorena tiene los nervios a flor de piel. Ha confesado sentirse "extraña" por haber entrado en la casa, siendo ésta una situación muy distinta para ella. la primera noche, se desahogó llorando un poco en el confesionario por estar desorientada. Pero cuando realmente lo ha pasado mal ha sido cuando ha visto que sus compañeros han tenido que salirse de la habitación por no poder soportar sus ronquidos. "Me siento fatal porque se han ido a dormir al salón", le ha contado a su compañera de San Valentín después de haber sufrido una llantina de espanto.









