Lo que pasaba después de los programas de 'Crónicas Marcianas': "Mucha gente se relacionaba allí y había escarceos"

En el reencuentro de ‘Crónicas Marcianas’ no podemos evitar echar la vista atrás y algunos de los colaboradores y miembros del equipo del programa, destapan qué pasaba detrás de las cámaras… ¡Escarceos incluidos!

Pilar Rahola, colaboradora, destaca que “El universo ‘Crónicas’ era un poco la fauna humana, desmelenada, gamberra, transgresora, valiente”. De hecho, Jorge Salvador, adjunto a dirección y ambientador musical, confiesa que “había muchas horas de espera y pasaban muchas cosas en los camerinos que fueron divertidísimas, porque había dos programas: uno era el que se emitía y el otro, lo que sucedía en el pasillo”.

Y también había tiempo para ocio fuera de plató: Amparo Millares, productora, señalaba: “Estábamos allí muchas horas juntos y vivíamos cosas muy intensas juntos. Cuanto terminas de trabajar a las 2 de la mañana, con esa dosis de adrenalina que te mete en el cuerpo un directo como ese, era muy difícil irte a dormir”.

Carlos Latre, confiesa lo que hacía eran irse de fiesta: “Íbamos a un sitio en Barcelona que se llamaba ‘Luz de gas’, que era del hermano de Javier Sardá. Imagínate, nos ponían la alfombra roja cuando llegábamos y encima éramos los ‘Rolling Stones’ cuando aparecíamos por ahí”.

Y Marta López, colaboradora, no se resiste en añadir otros lugares: “Las cosas mejores no pasaban en ‘Luz de gas’, pasaban en el Hotel Condes de Barcelona”, confiesa entre risas. Santiago Segura, sin pelos en la lengua, contaba que este hotel era el lugar de encuentro de muchos: “Mucha gente se relacionaba allí y tenían sus escarceos y sus cosas, era un no parar el Condes de Barcelona…”

Marbelys Zamora, bailarina marciana, concluye diciendo que “nada era normal” en ‘Crónicas Marcianas’.