La muerte no será una desaparición definitiva, porque LiveOn promete seguir tuiteando en nuestro nombre y mantener el legado virtual, según ha publicado The Guardian.
La aplicación Twitter LivesOn utiliza robots alimentados por algoritmos que analizan el comportamiento online, del interesado, su forma de tuitear, los retuits, sus seguidores y cuentas que sigue, suficientes para crear tras su muerte una vida virtual creíble.
El usuario estará muerto, pero la aplicación se encargará de hacerlo: seguirá tuiteando, siguiendo a determinadas personas, publicando enlaces, etcetera.
La cosa puede parecer una tontería con mayúsculas, pero en su versión Beta ya ha más de 7.000 personas inscritas.