La salud es primordial, de hecho, suele ser una de esas cosas que no apreciamos como merece hasta que falta, tanto si nos sucede personalmente como si estamos pendientes de un familiar o un amigo cercano. Damos por supuesto que estaremos bien, pero cuando comienzan las dudas la cosa cambia.
Por eso no es raro que sean las esperas las que lleguen a desesperar, la incertidumbre se convierte en una carga más y, en muchas situaciones, atajar el problema cuanto antes es la única forma de que desaparezca, pero para eso es necesario tener un diagnóstico, algo que no es tan sencillo cuando las listas de espera parecen eternizarse.
Es evidente que hay ocasiones en las que toca resignarse, hay momentos en los que solo queda esperar, sin embargo, esto no quiere decir que tengamos que estar conformes o no podamos mostrar que esa no es la manera en la que se hacen las cosas.
Porque aunque en ocasiones no podamos evitar una mala cara o una respuesta desafortunada con las personas que atienden de cara al público, lo cierto es que sí que hay una vía para poder quejarnos de manera oficial, para eso existen las reclamaciones, que son la forma en la que el paciente puede mostrar su descontento con la situación sin que alguien que no tiene culpa reciba los ‘golpes’.
Si consideras que tu lista para acceder a la consulta de un especialista es demasiado larga, puedes poner una reclamación. Las listas de espera están establecidas por legislación en el BOE y reguladas con unos máximos tiempos de espera, el Ministerio de Sanidad hace públicas las cifras sobre esas listas, lo que puede ayudarnos a hacernos una idea sobre si el tiempo que tendremos que esperar se ajusta a lo esperado o podría tratarse de algún tipo de negligencia.
Conviene informarse antes, porque en muchas comunidades se han garantizado por ley unos tiempos máximos de espera, por lo que si estos no se están cumpliendo tendrías un mayor argumentario para establecer la queja. Una vez que conocemos los tiempos de espera, si vemos que se excede el plazo, el primer paso será acudir a Atención al Paciente y solicitar una cita antes de que se acabe ese plazo máximo establecido por la propia comunidad.
Existe un modelo de reclamación que se puede rellenar y presentar ante el Servicio de Atención del Hospital o Centro de salud. Se puede hacer presencialmente, vía postal o de manera telemática, utilizando DNI Electrónico u otro certificado digital.
En caso de que la demora no solo haya provocado una mayor angustia, sino que también haya agravado los síntomas, producido otros nuevos o la enfermedad se haya agravado a etapas de más complicada duración, el paciente podría reclamar una indemnización al Servicio de Salud de la comunidad autónoma por los daños, demostrando que esos males son consecuencia del retraso del procedimiento médico. En esos casos, lo mejor es contar con el asesoramiento de profesionales.