El actor Rodolfo Sancho, en el marco de la segunda jornada del juicio contra su hijo, Daniel Sancho, acusado del asesinato premeditado de Edwin Arrieta en Tailandia, ha pedido respeto a la prensa y ha reclamado, muy serio que no le "cierren el paso" y no le "persigan por la isla".
"Mirad, os voy a decir una cosa: yo os trato con educación y respeto y espero lo mismo de vosotros, así que, por favor, no me cerréis el paso, dejadme pasar, no me empujéis, no me pongáis zancadillas, no me piséis, no me persigáis por la isla… Os lo pido por favor”, ha dicho.
Además, antes de marcharse, ha dejado también una advertencia en la misma línea: “Os voy a decir una cosa, en este país está prohibido grabar a la gente en público y hacerle fotografías. No tengamos un problema”, ha señalado, antes de pedir que le dejaran marchar. “Por favor, os he pedido que me dejéis pasar”, ha reiterado, antes de dejar la zona en la que se aglomeraban múltiples periodistas.
El juicio contra Daniel Sancho por el asesinato premeditado y descuartizamiento del colombiano en agosto de 2023 arrancaba ayer en Tailandia en los juzgados de Ko Samui, donde durante un mes le veremos llegar en furgón a las sesiones a puerta cerrada. En la primera sesión, el chef español, sobre el que pesan cargos de asesinato premeditado, ocultación de cadáver y destrucción de documentación, se declaró inocente de todos salvo de uno: el de ocultación de cadáver.
Acompañado en este proceso por sus padres, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, en su primera vista, a la que comparecía esposado de pies y manos, Daniel Sancho insistió en que es inocente de los delitos de asesinato con premeditación y destrucción de pruebas, subrayando que siempre actuó en defensa propia ante un intento de agresión sexual.
Es esa la estrategia de su defensa, y ello se ha aferrado desde el arranque del juicio, que hoy afronta la segunda sesión y en el que, por otra parte, la acusación, encabezada por Juan Gonzalo Ospina, abogado de la familia de Edwin Arrieta, ha asegurado que no ve signos de arrepentimiento por lo que hizo, lo que complicaría la situación del joven español, que podría enfrentarse a la pena de muerte si finalmente se observa el asesinato premeditado.
Daniel Sancho declarará el día 25 de abril que se defendió de una agresión sexual; su tercera versión de los hechos. En la primera declaración dijo que Edwin Arrieta se golpeó la cabeza tras un puñetazo en una discusión, pero tras la promesa engañosa de enviarlo a España si colaboraba, confesó que le golpeó la cabeza en el fregadero hasta la muerte.
“No he podido encontrar en él muestra de arrepentimiento”, ha insistido el abogado de Arrieta al respecto, mientras Beatriz Uriarte, también letrada de la familia de la víctima, se pronunció en los mismos términos para referirse también al hecho de que Daniel Sancho comprase también productos de limpieza y bolsas de basura que usó para diseminar los restos de Edwin, descuartizado.
"Entendemos que una persona que ha venido de vacaciones no es necesario que compre una sierra, no es necesario que compre bolsas, no es necesario que compre cinta y tampoco cuchillos". "Por otra parte, tampoco son necesarios los actos que se han realizado con posterioridad, por muy asustado que pueda estar", dijo ayer.
En este sentido, no se han encontrado todos los restos de Edwin. Hay un golpe en la cabeza que pudo causar la muerte, pero sin torso nada es definitivo, y a ello se aferra también la defensa de Daniel Sancho.
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