Marta Riumbau ya ha pasado por el altar. La influencer, que acaba de anunciar que está embarazada de cuatro meses tras comenzar su proceso de gestación en solitario, vivió una intensa historia de amor antes de su relación con Diego Matamoros que la llevó a casarse y a vivir junto a su exmarido Borja Barbany durante tres años en Barcelona. Sigue leyendo para descubrir cómo fue el primer enlace matrimonial de Marta Riumbau.
La expareja de Diego Matamoros comenzó a ser conocida hace más de diez años gracias a sus blogs de moda y a sus vídeos en Youtube, donde acumulaba miles de visitas y seguidores. Cuando se enamoró de Borja Barbany, la influencer no dudó en compartir con su comunidad el inicio de su relación, el cual era digno de una película romántica. La pareja se demostraba en cada vídeo la gran complicidad y el amor que se tenían, y su relación comenzó a popularizarse rápidamente por la plataforma de vídeos.
Al tiempo de anunciar su relación, la pareja decidió dar uno de los pasos más importantes de sus vidas y anunciaron su compromiso en su canal de vídeos. A raíz de ahí, la prensa comenzó a interesarse más por la pareja que comenzaba a preparar todos los detalles del que sería un enlace matrimonial precioso y único en la ciudad condal. Marta compartía con sus seguidores el tipo de peinado que iba a llevar, sus ideas para el vestido, el estilo decorativo de la fiesta y los diferentes enclaves donde podía celebrar la boda, la cual tuvo lugar justo un año después de anunciar su compromiso, en primavera de 2015.
La pareja había organizado un evento por todo lo alto para celebrar su boda y sellar su intenso amor. El proceso de organización de enlace lo vivieron con muchas ganas, ilusión y felicidad, al igual que el inicio de su relación, por eso se esperaba que su enlace fuera literalmente de cuento. Y así fue. Marta y Borja se dieron el 'sí, quiero' en la iglesia de Santa María Reina, situada en el barrio de Pedralbes en Barcelona, de estilo neorrenacentista con una fuerte influencia brunelleschiana, la cual se adaptaba muy bien al estilo romántico-vintage que había decidido para su boda.
Los novios habían pensado hasta en el más mínimo detalle para seguir con el estilo romántico-vintage de su boda, desde la basílicia neorrenacentista donde se dieron el 'sí, quiero', pasando por el coche clásico que los desplazaba, hasta la impresionante villa donde celebraron el convite: una finca de 1.500 m2 de interior y más de 5.000 m2 de jardines naturales, conocida como Bell Recó y situada en Argentona, a 30 minutos de Barcelona.
La decoración de la iglesia y de finca fue exquisita, con grandes jarrones, ramos y centros de mesa llenos de flores blancas, rosas y azules. El menú de la boda estaba impreso en láminas de lino, las mesas tenían nombres de las playas de Formentera pintados en rocas, los invitados tenían varias bolsitas con regalos y algunas de ellas eran kits para la resaca, instalaron un fotomatón para inmortalizar cada momento de la fiesta y por supuesto, contaron con música en vivo y con una gran post-fiesta.
Marta y Borja decidieron viajar hasta África para disfrutar de su luna de miel. Allí, visitaron los países de Sudáfrica, Namibia, Botswana, Zimbabue y Mozambique, adentrándose completamente en la cultura de estos territorios y disfrutando de cada rincón de sus parajes naturales, como del desierto de Namibia o del Delta del Okavango. La pareja no dudó en compartir su luna de miel de ensueño con sus seguidores, ya que según Marta, fue "el mejor viaje de su vida".
Después de su soñada boda y su luna de miel, Marta y Borja comenzaron a vivir juntos en la casa que tenía la influencer en propiedad en Barcelona. En los primeros meses de la convivencia fueron muy felices, pero poco a poco la relación se fue deteriorando y los seguidores de Marta se dieron cuenta de ello. Al cabo de tres años, la pareja pone punto y final a su relación, comienzan con el proceso de divorcio y deciden no comunicarlo públicamente. Meses más tarde, Riumbau publica un vídeo en el que cuenta que ha dejado de vivir en Barcelona y que se ha mudado a Madrid para "empezar de cero".