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Sandra Barneda

Una decisión por parte del programa que marcaría un antes y un después en la 'relación' entre las dos villas: "Es la primera vez que lo hacemos"

La decisión que tomó el programa en 'La isla de las tentaciones 6'. telecinco.es
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Durante la sexta edición de 'La isla de las tentaciones' se incorporó al programa algo que nunca había pasado en lo que llevábamos de reality hasta ese momento. Todo ocurría cuando las chicas (Naomi, Elena y compañía) se encontraban tan a gusto hablando en la villa cuando de repente, Sandra Barneda irrumpía en el salón, para sorpresa de ellas: "¡Ay, ay!", se escuchaba entre las chicas, que confesaban estar muy "nerviosas" tras ver la aparición de la presentadora.

Tras saludarse, Sandra Barneda les comunicaría algo que se iba a hacer desde ese momento y que iba a cambiar por completo la 'relación' entre las dos villas. "Como veo que todas estáis pasando por un momento complicado, de reflexión y de introspección, por primera vez en 'La isla de las tentaciones' os voy a dar la oportunidad de enviar un objeto personal a uno de vuestros novios", señalaba una Sandra Barneda, que añadía que ese objeto llevaría algo "clave que ellos podrán descifrar".

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Las chicas procedían a deliberar quién mandaría el mensaje a la otra villa y todas, al unísono, nombraban a Elena. Una Elena que subía a su habitación y que se dirigiría -sin pensárselo- a aquella banda tan famosa que hizo su madre y en la que se leía Barbie, la forma en la que David le llamaba y algo muy significativo para ambos. "Lo hago para que vea que esto se ha acabado y que me ha perdido", subrayaba Elena.

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David recibe el inesperado objeto

En 'Villa Playa' no daban crédito: un dron se acercaba a todos los participantes con un objeto en él; y la expectación era máxima: "¿Qué es eso?". David no tardaba en darse cuenta de lo que era: "Esto es de mi novia", decía, entre lágrimas, consciente de todo y sin poder apenas articular palabra.

"Ella llevaba esto de Barbie y yo la chapa de Ken", contaba David. Posteriormente, David hablaba con María y le comentaba lo difícil que estaba siendo la aventura para él: "Tengo la cabeza echa un lío", le decía a una María que confesaba también que todo para ella estaba resultando extremadamente complicado.