En el episodio, James Bradstone, un médico que lleva 15 años en el corredor de la muerte condenado por el asesinato de su familia, logra un breve aplazamiento de la fecha de ejecución cuando se cuestiona el testimonio de un testigo ocular. El único superviviente del terrible crimen, su hijo , se encontraba inconsciente y malherido, por lo que no pudo identificar al asesino. Tras volver a examinar las pruebas del caso, los forenses descubren que la esposa de Bradstone mantenía una aventura con Donald Newhouse, un hombre a quien James vendía prescripciones ilegales de medicamentos.
Los investigadores constatan que Newhouse se encontraba en el escenario la noche del crimen, pero éste les asegura que no mató a la familia de James. La investigación da un giro inesperado cuando Horatio descubre un indicio clave en el testimonio del hijo de Bradstone.