Paloma Zorrilla establece que no se ha producido una modificación sustancial de las condiciones de trabajo del hotel. Sin embargo, parece que se está alterando el artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores y no se está respetando la dignidad de las trabajadoras, ya que los clientes les han faltado al respeto y les han llegado a confundir con meretrices. Por ello, el empresario tendrá que rescindir el contrato de sus trabajadoras e indemnizarlas con lo establecido por la ley.