Si quiere heredar tendrá que pasar por la vicaría y bautizar a su hijo. Emilio se niega en rotundo a ir en contra de sus principios y por eso acude a De Buena Ley, quiere impugnar el testamento de sus padres y que Isabel Winkels lo declare nulo.

Emilio contará con la defensa de Carmen Carcelén para convencer a la letrada y su hermana Ana con la de Elisa Beni. Ella será la heredera universal si Emilio no se casa y bautiza a su hijo. Obligar a un hijo en testamento a que se case y bautice a su hijo, ¿es un agravio tan grande para Emilio? ¿Debería Emilio casarse y bautizar a su hijo para cumplir la última voluntad de sus padres, al margen de sus creencias? ¿Qué os parece que Emilio tenga que cumplir esa cláusula y Ana ninguna? Marta López y Antonio David responderán en nuestro debate a estas y otras preguntas.