Lucía, a punto de morir a manos de Paul Bresson, al descubrir que ella le ha traicionado

La cena en casa de Joao es determinante para la investigación sobre los oscuros negocios del cacique portugués, por eso el inspector Sánchez pide a Lucía que acuda y lleve encima un micrófono. No está dispuesta, pero no tiene alternativa, debe cancelar su cita con José para ayudar a la policía. Allí, Paul no deja de cortejarla, pero cuando es el momento de hablar de negocios, la quiere lejos de la mesa, ella se da cuenta y deja su móvil grabando pensando que Bresson no se ha dado cuenta, pero nada más lejos de la realidad. Lucía ha sido descubierta y su vida está en peligro.