La confesión de Bernardo Montoya: se llevó a Laura a un callejón, la golpeó para violarla y la dejó con vida

Brenardo Montoya
telecinco.es
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Tras varias horas de interrogatorio dando todo tipo de versiones contradictorias, Bernardo Montoya, el principal sospechoso del asesinato de Laura Luelmo, ha terminado derrumbándose y confesando que la mató.

La periodista Patricia Pardo ha explicado que el asesino confeso de Laura Luelmo comenzó con una versión de los hechos y que, posteriormente, dio otra versión. En su primera confesión, Montoya explicaba que se encontró con Laura en un camino y que ambos discutieron hasta que la golpeó en la cabeza. Sin embargo, más tarde y ante la presencia de su abogado, Bernardo Montoya ha dado otra versión.

Acorralado por las pruebas y las contradicciones, en su última versión asegura la joven zamorana le preguntó por un supermercado y le dio indicaciones para que fuera a un callejón sin salida. Posteriormente, corrió hasta su casa para coger su coche y llegó al callejón antes que ella. Allí, cuenta que la golpeó con el maletero del coche, un Alfa Romeo de color negro, le ató sus manos y la envolvió en una manta antes de meterla en el vehículo.

En su declaración a la Guardia Civil, Montoya explica que no hubo secuestro. El informe preliminar de la autopsia detalla que Laura murió dos o tres días más tarde de su desaparición, pero él niega que la hubiera retenido en contra de su voluntad. Desvela que llevó en su coche a la joven hasta la zona donde apareció su cuerpo, a la altura del kilómetro 166 de la carretera N-435, la desnudó de cintura para abajo e intentó violarla cuando ella estaba inconsciente, pero no lo consiguió.

Según su última versión, dejó a la joven entre unos matorrales. Asegura que la joven de 26 años seguía con vida cuando él se fue corriendo. Posteriormente ha explicado a los agentes que tiró el móvil de Laura a un contenedor y las zapatillas a otro.

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