Lucía Rivera desvela cómo sus novios la maltrataban físicamente :"Me gritaba, tenía moratones hasta en las orejas y sentía una especie de muerte dentro de mí"

  • Lucía Rivera es preguntada por Maria Cerqueira, la nueva pareja de su padre Cayetano: "Todo genial, ya sabéis que no hablo de estas cosas"

  • La influencer cuenta su sufrimiento durante la adolescencia: "Me obligaba a comer para engordar un poco, tener curvas y sentirme sexy como las demás niñas"

  • Confiesa haber sido maltratada por dos de sus novios: "La primera vez no la recuerdo bien porque fueron muchas, cada vez más. Siempre lo excusaba achacando a las drogas, pensé que sería capaz de hacerle cambiar"

'El programa de Ana Rosa' emite la reacción de Lucía Rivera al ser preguntada por la nueva pareja de su padre Cayetano y las confesiones más íntimas que la joven ha plasmado en la biografía que ha escrito con los momentos más duros de su vida.

Cayetano Rivera ha rehecho su vida con una presentadora portuguesa llamada Maria Cerqueira y ahora es su hija Lucía la que reacciona a esta nueva relación. La joven, mientras paseaba a su perro, se encuentra con los reporteros que le preguntan por la nueva ilusión de su padre. La influencer, al escuchar la pregunta, sonríe, se va corriendo hacia la puerta y dice con mucha dulzura: "¡Ay, ya sabéis que yo no hablo de esto, chicos! Todo genial".

Las confesiones más duras de Lucía Rivera

Por otro lado, sale a la luz los primeros fragmentos de su libro biográfico llamado 'Nada es lo que parece'. Un documento donde Lucía Rivera muestra el dolor que sufrió durante su adolescencia: "Me obligaba a comer para engordar un poco, tener curvas y sentirme sexy como las demás niñas, porque mi delgadez era un objeto de burla, sobre todo en la pubertad".

Lucía Rivera hace mención a unos maltratos físicos y psicológicos de uno de sus novios que le controlaba la ropa que se ponía, sus mensajes en el móvil, le prohibía quedar con sus amigas y, en definitiva, su vida personal: "Se presentaba en la puerta de mi casa, aparecía gritando, buscaba a hombres dentro del armario pensando que le engañaba y me gritaba hasta que le daba el móvil". Sin embargo, al salir de esta relación se cruzó con otro chico peor que la maltrataba: "La primera vez ni siquiera la recuerdo bien porque fueron muchas, cada vez más. Siempre lo excusaba achacando a las drogas y entendí que esa era una manera normal de relacionarse, que yo sería capaz de hacerle cambiar".

"Recuerdo sus ojos, fuera de sus órbitas, ensangrentados con rabia y el ceño fruncido mirándome fijamente mientras exclamaba todo tipo de amenazas... sentía una especie de muerte dentro de mí, tenía moratones hasta en las orejas y no, nunca se me pasó por la cabeza tomar medidas legales", termina diciendo la joven.